El universo es un mecanismo admirable y el sentir, su reflejo.
Las obras de Fernando Poggio, poseen una fuerza en el color
planteado como gesto. Contienen imágenes en movimiento, citando
algunos referenciales fotográficos, y en otra secuencia
un caos situacional.
Su escenario principal: Chapa de aluminio.
La arena, los ojos, la piedra (adoquines), el impulso, la furia, la lengua
y la política son condiciones intensas en el accionar del artista.
Todo es una curiosa alegoría de lo que somos.
Nuestro propio cuerpo ya es un objeto y desde esa perspectiva,
una representación. La verdadera emoción, la verdadera significación.
Tú eres ya uno de los nuestros?
La lluvia golpea la arena.
Sergio Bazán. Invierno 2018